Ya lo hemos dicho en multitud de ocasiones, la almohada es un elemento clave para conseguir un buen descanso. Por ello te vamos a dar los consejos para que sepas cómo debe ser una almohada para descansar bien. Debe adaptarse a nuestros movimientos y ergonomía, exactamente igual que el colchón. Si nuestro cojín está muy blando, es muy bajo o demasiado alto, los tipos de relleno nos puede llevar a tener problemas de salud.
Nuestro cuello es una de las partes que más se resiente por una mala postura de este. Un mal almohadón hace que nuestras cervicales se puedan resentir por un uso continuado. Es mejor tener en cuenta estos consejos rápidos antes de comprar una mala almohada por ir con prisas y adquirir cualquier cosa.
Características de una buena almohada
Es fundamental que nuestra almohada se adapte a nuestra cabeza y nos asegure una buena alineación del cuello con la columna vertebral. Debemos de conseguir una posición sin tensiones en las cervicales. Nuestro cuello no debe estar forzado, sin hundimientos exagerados ni levantamientos extraños. La función principal de una buena almohada es asegurarnos una postura adecuada en la que los músculos y ligamentos estén relajados y favorezcan una buena respiración.
El tamaño de la almohada es importante, por ello no hay un almohadón válido para todos al cien por cien. Los cuerpos son diferentes y debemos tener un almohadón para nosotros, ni demasiado ancho ni demasiado alto.
Principales materiales en la fabricación de almohadas
Son múltiples los materiales y rellenos que nos podemos encontrar en el mercado actual nuestra futura almohada. Debemos tener en cuenta desde su dureza hasta si nos puede dar alguna alergia. Es por ello que los principales fabricantes tienen varias gamas que han probado de manera exhaustiva antes de sacarlos a la venta.
Materiales principales que veremos en las almohadas:
- Almohadas de fibra: permiten diferentes alturas, grados de firmeza y suelen ser fáciles de lavar.
- Látex: Se adaptan a la perfección a la forma y peso de la cabeza, son transpirables sólo si el látex es natural.
- Las de viscoelástica: que combinan materiales novedosos permitiendo la elasticidad, adaptabilidad y son transpirables.
- Látex: Se adaptan a la perfección a la forma y peso de la cabeza, son transpirables sólo si el látex es natural.
Las condiciones de mantenimiento
Está muy bien el tener una almohada modelo x, pero si esta no es fácil de limpiar o requiera un mantenimiento complicado puede que no sea “nuestra almohada”. Hay materiales que nos dan un descanso perfecto pero que se han ido desechando por su complejo mantenimiento o escasa durabilidad.
Cómo elegir una almohada para descansar bien
Dediquemos un poco de nuestro tiempo en la elección de nuestro soporte de descanso. Si una almohada no se adecua a nuestras necesidades puede perjudicar la calidad de nuestro sueño. Además de provocar molestias y problemas en las cervicales con el paso del tiempo. De igual modo que cuando vamos a escoger un colchón debemos dedicar unos minutos a reflexionar y entender cuáles son nuestras necesidades al dormir. A la hora de ir a comprar una almohada podemos encontrar distintos materiales, grados de firmeza y alturas. A la hora de escoger una almohada tienes que averiguar cuál es la que mejor se adapta a tus movimientos, tu cabeza y postura.
Según la postura que tenemos al dormir
La postura es una de las primeras cosas que debemos ver en cuenta a la hora de escoger la mejor almohada para nuestro descanso es la postura o posición en la que dormimos. La forma en la que descansamos influye en la elección de la almohada. Aunque lo recomendado es dormir de lado, cada persona tiene sus posturas a la hora de dormir.
Boca Arriba
Si tienes la tendencia a dormir boca arriba lo mejor es una almohada que no sea demasiado gruesa (grosor medio), para asegurar que la espalda y el cuello formen el mismo ángulo. Para ello el cuello debe elevarse poco para no perder la alineación natural del cuerpo. Una almohada rellena de espuma puede ayudar a dar soporte al cuello y la cabeza mientras duermes.
De lado
Para aquellas personas que duermen de lado se necesita una almohada más gruesa. De esta forma se conseguirá que el cuello se mantenga en el eje de la columna. Si la almohada es demasiado gruesa provoca que el cuello quede más elevado y por tanto se duerma en una posición forzada, que puede dar problemas a la larga.
Boca Abajo
La almohada ideal para las personas que duermen boca abajo tiene que ser blanda y flexible. Al dormir boca abajo el cuello no necesita tanta altura para mantener la alineación con la espalda. Esta posición no es la más recomendada para el descanso, ya que el cuello está en una posición en la que se fuerzan las cervicales.
Varias posturas
Si nos movemos mucho durante la noche y no tienen una postura clara al dormir (pasan por varias durante el tiempo de descanso),la mejor almohada es aquella que permita una flexibilidad que se adapte a tus movimientos durante la noche. Las almohadas rellenas de plumas pueden ser una buena opción al adaptarse a todas las posiciones del cuerpo.
¿Cuál es la mejor almohada para el descanso según sus materiales?
Para que una almohada sea la mejor para garantizar el descanso es importante que sus materiales sean de la mejor calidad y aplique las últimas tecnologías en descanso. El material que recubre la almohada debe ser sedoso, suave, transpirable y confortable. Pero también hay que tener en cuenta el tipo de relleno o material que la compone:
Látex
El relleno de látex es resistente y se adapta muy bien al contorno y peso. Pueden ser de látex sintético, natural o mixto y suelen prevenir la aparición de ácaros. La pega que podemos sacarle es que es un material menos transpirable, sobre todo el sintético y puede producir humedades.
Viscoelástica es nuestra preferida
Un material que presenta una gran adaptabilidad y se ajusta a la perfección a la altura justa que el cuello necesita para estar alineado con la columna vertebral. Las almohadas viscoelásticas son perfectas para las personas que duermen de lado. Además su grado de evaporación es muy bueno y en climas cálidos ayuda a evitar humedades indeseadas.
Pluma o plumón
Otro de nuestros recomendados, su relleno suele ser de plumas de oca o pato mezclado, aunque también lo encontraremos al 100% de alguno de los dos. Este tipo de relleno crea almohadas blandas, que se deforman pero que recuperan su forma con rapidez. Pueden provocar alergias, por lo que a veces se opta por plumón sintético. Suelen ser muy cómodas por su equilibrio entre suavidad, firmeza y adaptabilidad.
Espuma
Las almohadas rellenas de espuma suelen ser de poliuretano. Cuanto mayor es su densidad mayor durabilidad, estabilidad y soporte proporcionan. Algunas de estas almohadas tienen el conocido efecto memoria (durante unos segundos mantienen la forma de la cabeza al cambiar de postura). Por ello, este tipo no es recomendable para las personas con tendencia a moverse mucho por incomodidad.
Fibras sintéticas
Se suele componer por fibra de poliéster que es muy transpirable. Es una almohada delgada y blanda apta para niños por no presentar problemas de alergia. Son recomendables para las personas que duermen boca abajo debido a su densidad, sin embargo el relleno se estropea fácilmente.
Lana – algodón
Este tipo de rellenos hoy en día están en desuso para las almohadas y cojines de uso, se han quedado para uso de rellenos decorativos prácticamente. Suele presentar una mayor dureza en la almohada. No suelen producir alergias y son resistentes al moho y los ácaros.
Se puede comprobar que hay varios tipos de almohada que puede servirnos, pero si pensamos un poco en nuestra forma de dormir, alergias y gustos iremos encontrando nuesta almohada ideal.